Corría la angustiosa temporada 1993-94. A mitad de curso, Fermín Ezcurra entablaba conversaciones con el Barcelona y conseguía un fichaje que meses antes se había resistido. Un joven de 20 años que prometía por sus cualidades de delantero fino y goleador, Thomas Christiansen, llegaba a Tajonar toda vez que Johan Cruyff, técnico azulgrana, accedía a la cesión. El coste de la operación se elevó a los 35 millones de pesetas (210.000 euros).
“Vengo con muchas ilusiones y con ganas de colaborar y ayudar al club. Está claro que voy a tomar unas responsabilidades, pero con mi edad y poco tiempo en Primera División no se me puede exigir que sea la salvación. No vengo como salvador de este equipo”, declaraba el punta de padre danés y madre madrileña que ya había debutado con la selección española absoluta.
Los ojos del osasunismo le enfocaban en busca de un estímulo, pero ni él ni sus compañeros pudieron enderezar el rumbo y evitar el precipicio del descenso. Un gol al Albacete en la jornada 23 fue el único en los 14 partidos en los que fue alineado por Pedro Mari Zabalza primero y Martín Monreal después.
DUELO DE EXOSASUNISTAS EN LOS ÁNGELES
Christiansen estaba empezando su carrera. Siguió en España (Racing, Oviedo, Villarreal) hasta que alcanzó su cima en la Bundesliga con una temporada en ensueño tiempo después, la 2002-03. Se erigió en el máximo goleador con 21 dianas vistiendo los colores del Bochum. El Hannover 96 fue su siguiente destino antes de retirarse y pasar a los banquillos.
De este efímero exrojillo se habla estos días en la prensa deportiva de Centroamérica. Después del dirigir al AEK Larnaca y APOEL chipriotas, al Leeds inglés y al Union Saint-Gilloise belga, recibió la llamada de la Federación Panameña de Fútbol para hacerse cargo de la selección. Era 2020 y ahí está. Triunfando.
El jueves alcanzaba un hito con la clasificación para disputar la final de la Liga de Naciones de la Concacaf. El gol en el tiempo añadido de Cecilio Waterman certificaba la victoria por 0-1 sobre Estados Unidos. Esta madrugada disputa la esperada final contra México en el SoFi Stadium de Los Ángeles. Hubo por lo tanto duelo de exosasunistas en los banquillos. Thomas Christiansen del bando panameño y Javier Aguirre del azteca.
EL PREPARADOR FÍSICO, DE BUÑUEL
Hace un par de años, Panamá ya había logrado la medalla de plata de la Copa de Oro de la Concacaf. De todos estos éxitos también es partícipe el preparador físico, que no es otro que el navarro Christian Beguer Baigorri (44 años). De Buñuel, llegó a la selección centroamericana en compañía de Christiansen hace cinco años después de haber coincidido en su etapa en Bélgica.
El técnico siempre ha confiado en su metodología de trabajo, forjado en su trayectoria en el Izarra o en la estructura de Tajonar antes de vivir experiencias en el extranjero. El siguiente objetivo, ir al Mundial 2026.
